|
Historia de Perú
Perú reúne en su territorio bastas riquezas en sus cuatro regiones naturales lo que permitió el desarrollo de grandes civilizaciones, siendo el guardián y poseedor de los más importantes tesoros precolombinos de América del sur convirtiéndose principalmente los andes en el centro Religioso, Cultural y Centro de Operaciones de la cultura Inka.
Esparcidos a lo largo de nuestro territorio se ubican miles de centros arqueológicos que van desde los primeros pobladores que sentaron las bases del sólido Imperio del Tahuantinsuyo cuyas maravillas arquitectónicas datan del siglo XVI.
Los restos arqueológicos más antiguos atribuidos a la presencia humana en el Perú corresponden al XII milenio a. C., mucho tiempo después de que los primeros humanos, recolectores y cazadores procedentes de Siberia (Asia) cruzaran el Estrecho de Bering. Esta fecha se basa en los restos de Paccaicasa, en la cueva de Piquimachay (Departamento de Ayacucho), en la sierra sur del país.
Se han encontrado vestigios del origen de la agricultura americana en la Cueva del Guitarrero en Yungay, Ancash de hace 12.600 años (10.600 a. C.), de poblaciones en La Libertad de doce mil años de edad y en Tacna de hace once mil años. Hacia el final de la última glaciación estos primeros pobladores comenzaron el lento proceso de domesticación de la biota local y consecuentemente a reunirse en tribus y aldeas para formar eventualmente ayllus.
A comienzos del III milenio a. C. se instauraron las primeras ciudades-estado de régimen teocrático. La civilización de Caral, la más antigua del continente americano, fue coetánea de otras como las de China, Egipto, India y Mesopotamia; habiéndose convertido ya en aquella época en una ciudad-estado, rodeada por otras civilizaciones enmarcadas aún en lo que se denomina «sociedad aldeana». Se trata de una de las zonas geográficas que pueden considerarse como cuna de la civilización del mundo por su antigüedad.
A finales de este período, la Chavín ejerció enorme influencia cultural sobre las demás, hasta que decayó su influencia y se Incentivó el desarrollo de nuevas culturas locales como Moche, Lima, Nazca, Wari y Tiwanaku o Tiahuanaco.
La cultura Huari o Wari desarrolló el modelo clásico del Estado andino con el surgimiento de las ciudades de corte imperial, modelo que expandió por el norte hacia el siglo VIII. Esta cultura junto con la cultura Tiwanaku lograron superponerse a las demás hasta fines del siglo IX. A partir de entonces, se erigen nuevos estados imperiales de alcance regional a lo largo de la cordillera de los Andes (como Chimú) con el desarrollo de Estados con mayor territorialidad.
De entre estos señoríos destaca el de los incas, el cual hacia el siglo XV anexó todos los pueblos andinos entre los ríos Maule y Ancasmayo, alcanzando un área cercana a los 3 millones de km², hoy ubicada en los territorios de Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Argentina y un mínimo de la parte norte de Chile, conformando lo que se conoce como el Imperio inca. Su capital fue el Q´osqo, ubicada en la sierra peruana.
Además de su poderío militar, destacaron en arquitectura, construyendo magníficas estructuras como la ciudadela de Machu Picchu, elegida como una de las nuevas maravillas del mundo.
La grandiosidad del Imperio llega a su fin con el arribo de los españoles, quienes invaden el territorio bajo el liderazgo de Francisco Pizarro en 1,532 durante la época de Atahualpa (él ultimo Inka) quien fuera apresado y muerto en Cajamarca. Posteriormente el Perú se convierte en la más rica y poderosa colonia de España en Sudamérica y capital del virreinato, quienes en su desmedido afán de poder y riqueza destruyeron en gran parte la obra de nuestros antecesores; sentando la base de una cultura importada de Europa cuyo legado se aprecia en la arquitectura colonial, religión, costumbres y lengua. No es hasta en 1,821 que el Generalísimo Don José de San Martín declara la Independencia del Perú.